Diarios de motocicleta

Diarios de motocicleta

            Diarios de motocicleta es una película biográfica, dirigida por Walter Salles en el año 2004 y relata una expedición de Ernesto “Che” Guervara.  El Che crece para ser un revolucionario en Latinoamérica y tiene el papel de una persona honesta, pura y un idealista.  El Che y su amigo, Alberto Granado, viajan por 8 meses de Argentina, a través de Chile, Perú y Columbia, a Venezuela.  Su travesía empieza en motocicleta y es una travesía en la que abren los ojos los dos hombres a un mundo desarrollándose alrededor de ellos.  

            Trata acerca del viaje realizado en 1952 y durante la aventura, Che se descubre a si mismo transformándose  por sus observaciones de la vida de los indígenas empobrecidos.  Aprende sobre la vida de los indígenas cuando está expuesto a personas que nunca se ha encontrado en su propia ciudad y sobre las injusticias. 

            Che estaba estudiando para ser médico antes de su aventura y tiene una pasión por ayudar a las personas necesitadas.  Che conoce a una mujer vieja, de mala salud, quien va a morir, y no puede hacer nada para ayudarle.  Se siente desamparado.  También el Che conoce a una pareja que está en busca del trabajo. La tierra de la pareja les es robada a ellos y tienen que abandonar su vida anterior para encontrar el trabajo para mejorar sus vidas.  Llegan a las minas y allí el Che observa la injusticia en la selección de los trabajadores. 

            El Che y Alberto tienen la experiencia de trabajar como voluntarios por tres semanas en una colonia de leprosos de San Pablo.  Hay una separación de  las sociedades allí entre los médicos o los que son más ricos y de los leprosos.  El día antes del ‘viaje final’ el Che, da una presentación que está agradecido de las personas en Perú que le han cuidado durante su travesía.  Che siente que no debe haber las fronteras entre los países y todos deber ser unidos.  Todo el viaje sirve para explorar la identidad de Che.  

            Al final se descuida explicar mucho sobre el futuro de Che ni de convertirse en revolucionario y que fue capturado en Bolivia con la ayuda de la CIA.  ¿Por qué merece ese destino? ¿Sus tácticas han afectado a Latinoamérica?   

Bienvenida a Middlebury...

Querida Maria:

            ¡Bienvenida a Middlebury!  Vas a divertirte mucho aquí.  Para comenzar, observa el Código de honor, lo que es la regla más importante aquí.  Cuando llegues, ve al edificio de registración y regístrate en tres clases en el nivel que has aprobado.   También aquí se puede chequear  si el correo electrónico funciona bien.   Después, coge tu identificación para que puedas entrar a tu dormitorio y entrar al comedor. 

            Middlebury ofrece muchas actividades co-curriculares.  Aunque las clases son muy importantes, te recomiendo que participes en las actividades co-curriculares.  Hay actividades de deportes, bailar, cocinar y hacer senderismo.  Es importante que asistas a las clínicas de pronunciación si tienes tiempo.   Se puede mejorar el español mucho aquí si se aprovechan las clases y se intenta conversar mucho con los nativos.  

            Los horarios de comidas para la clase Española son un poco tardes.  Almorzamos a la una y no cenamos hasta las siete, entonces te recomiendo que lleves fruta o lo que sea del comedor para no tener demasiada hambre.

Nota que los días pasan muy rápidos y es importante que organices el tiempo bien.  Me encanta ir al gimnasio, correr, montar la bicicleta, nadar y estar afuera a algunas veces se me escapa el tiempo.  Te sugiero que hagas un plan para ayudarte a equilibrar tu horario.

Te aseguro que el tiempo en Middlebury cambia mucho.  Te recomiendo que traigas un paraguas y ropa ligera porque llueve en cualquier momento y hay mucha humedad durante el verano. 

Finalmente algunas cosas que se puede traer son un traje de baño, las toallas, la crema del sol,  una bicicleta, cosas para la ducha, para limpiar y un disfraz para la fiesta de disfraces.  Espero que disfrutes y aprendas mucho durante tus estudios en Middlebury.  

Sinceramente,

Jennifer

Un día impresionante

            Por algunos años me entrené y competí en triatlones de distancias diferentes.  Después de trabajar como voluntaria en la carrera de Ironman en Wisconsin, decidí competir en esta misma carrera al año siguiente.  La carrera consistía en nadar 2.4 millas, montar 112 millas en bicicleta y correr 26.1 millas sin descansar.  Es notable por una carrera de distancia larga y por sus condiciones duras.

Era impresionante y gratificante ver a las personas que terminaban la carrera tan difícil.  Había un tiempo límite para terminarla: 17 horas.  Empieza a las 7 por la mañana y hay que terminar a la medianoche en punto.  La  meta de muchas personas que la hacen por primera vez es simplemente terminarla.    

Me apunté para el Ironman en el año 2010 y por eso me uní a un grupo de atletas en Chicago que se llama Well-Fit y que querían hacer la misma carrera.  Era un programa de entrenamiento por 7 meses.  Casi cada fin de semana estaba ocupada con paseos difíciles en bicicleta y carreras largas en Wisconsin.  Había mucha preparación: mental, del cuerpo, de nutrición y de motivación.   

Llegó el día de la competición.  Estaba muy nerviosa, aunque sabía que estaba preparada.  Tenía un grupo de apoyo que era fenomenal.  No puedo explicar cómo me sentía o la sensación de comenzar la carrera.  Había 2.400 personas flotando, moviendo las piernas en el agua, y todas tenían que empezar juntas, en el mismo segundo.  Tenía miedo, pero no podía echarme para atrás ni quería hacerlo.  Cada Ironman siempre empieza con la canción: “Día hermoso,” de U2.   Escuché esta canción antes de empezar y en el próximo segundo ya me puse a nadar. 

Había una batalla en el lago, pero sobreviví.  Terminé las 2.4 millas en 1:09 y después tuve que montar en bicicleta.  Madison tiene un trayecto muy difícil de bicicleta; es el segundo más difícil de las 26 carreras de Ironman.  Tenía mucho tiempo para reflexionar en la razón por la que quería hacer algo tan loco.  Casi todo el trayecto estaba en el campo y era precioso.  Vi a mi familia y amigos muchas veces en esta ruta y necesitaba verlos para sentir su apoyo.   Experimenté muchos sentidos buenos y malos durante las 112 millas en la bicicleta, pero también sobreviví y terminé en 7 horas. 

Después de montar en bicicleta, nada más quería correr.  Solo quedaban 26.1 millas hasta el final y estaba muy emocionada.  Corrí cada milla y caminé por las estaciones de descanso para beber o comer un poquito.  Cuando podía ver el edificio de la capital, sabía que quedaba poco. Cuando faltaba solo media milla, empecé a reflexionar sobre todo lo que había hecho durante ese día.  Era increíble.  Mi familia estaba esperándome al final, en la línea de meta, y cuando crucé la línea, oímos, “Jennifer Peterson, eres una Ironman”.    La terminé en 13 horas y 25 minutos.  ¡Fue un día inolvidable, impresionante y gratificante!

Semblanza

Me llamo Jennifer y nací en una ciudad pequeña en Wisconsin que se llama Berlin.  Soy rubia con los ojos azules, de altura media y de estatura atlética.  Soy una persona muy dedicada, perseverante y una trabajadora.  He hecho dos carreras de “Ironman,” un triatlón que exige la resistencia y una mente fuerte para terminarla.  

            Me encanta conocer la gente nueva y escuchar sus historias y metas de vida.  Viajé a otros países para estudiar e ir de vacaciones y me quedé en España por un año para estudiar la lengua, la cultura y sumergirme en la vida española.  Fue el mejor año de mi vida.  Las experiencias fueron impresionantes. 

            Me aprecian muchos mis mejores amigos.  Creo que soy una buena oyente y prefiero hacer cosas para otras personas en vez de para mi misma.  Disfruto el tiempo con mis amigos y viajamos juntos cada año.    

            Las aventuras nuevas me apetecen.  Hice paracaidismo, carreras de aventura con obstáculos y barro y experimenté el Carnaval en Islas Canarias.  Todas fueron experiencias buenas. 

            En mi tiempo libre me encanta perder el tiempo con mi familia y somos muy unidos.  Cada otoño mi padre y yo cazamos juntos los ciervos en Wisconsin y hace tres años fuimos a Idaho a cazar los alces.  Mis padres tienen una casa cerca de un lago donde se puede relajar, nadar,  tomar el sol y tener una hoguera. 

            Para concluir, me interesa la ciencia forense.   Terminé un grado de maestro forense y ahora trabajo como técnica de evidencia donde proceso las escenas de crimen.  Cada día es diferente con este tipo de trabajo. 

La casa